El avance del coronavirus estos días está desafiando a la salud pública de todos los países. Las escuelas y sus administradores pueden ser los próximos a ser puestos a prueba. Sabemos que las escuelas han sido históricamente uno de los puntos de contagio más importantes para la transmisión de enfermedades.
El BID en su Blog de Enfoque en la Educación, reflexiona sobre el caso de China y muestra los 3 grandes desafíos.
El caso de China adelanta al menos tres desafíos para la organización escolar de nuestros países:
- Protocolos de respuesta. ¿Tienen la capacidad de las escuelas de lidiar con pacientes 0?, ¿hay personal capacitado para manejar estas situaciones?, ¿cómo interactúan las escuelas con la salud pública en temas de identificación y referencia de casos potenciales?
- Estrés para las familias. ¿Qué provisión se hace para que los padres puedan dejar a sus niños en casa?
- Pedagogía a distancia. ¿Se tienen las plataformas, el acceso a internet y los dispositivos para enseñar y aprender remotamente?
Estos son los desafíos, pero hablemos de una potencial transformación necesaria. Hasta hoy la educación no aprovecha el potencial transformador de la tecnología.
Uno puede imaginar que, si los sistemas educativos son puestos a prueba por el coronavirus, esto podría apurar una transformación necesaria. Se puede predecir por ejemplo que la educación China emergerá de la crisis del coronavirus completamente transformada, pero, ¿cómo afectará la crisis a los sistemas educativos de América Latina y el Caribe? ¿Serán los países de la región capaces de reaccionar y transformar sus sistemas?
Fuente: BID